martes, 15 de diciembre de 2009

Carta a mi padre hospitalizado al otro lado del océano

No puedo escribir más que esto,

Palabras venidas desde el infierno,

Ese que forma parte de mi centro

No tengo más fe que el presente

Y la conciencia del lazo infinito que se extiende entre mi corazón y el tuyo

No quiero pensar en el desenlace

Me niego a pensar en lo que hemos vivido

Sólo estoy aquí

Dejando que mi corazón siga latiendo

Mientras el tuyo, al mismo tiempo lo hace

Saber que las decisiones tomadas han sido las correctas

Que tus sueños no cumplidos han sido tu decisión

Y que mi distancia geográfica no tiene que ver con el lazo que hemos cultivado

No quiero saber si te he faltado

Porque tú siempre me has bastado

Y esa vez que me dijiste que me fuera de casa nunca me dolió,

Quiero decir que todas las veces que me pediste perdón no fue necesario

Tú siempre estabas perdonado

Eres el mejor padre que conozco

Agradezco todos los desayunos que me preparaste,

Los días que corrimos juntos por la orilla de la playa, incluida la primera gran carrera de Chile,

Las noches en que jugamos a las escondidas y no te podíamos encontrar,

Nunca nos revelaste tu lugar secreto

Eso te transformó en un mago

Siempre serás el existencialista

El enamorado de mi madre

El soñador que renegaba de los idealistas

Mi primer amigo...

Gracias por todos los momentos compartidos

El cariño

Los regaloneos

Gracias por todas las palabras

Las discusiones

Los cariños en la mejilla

Las comidas,

Los desayunos en la cama

Y el amor, todo ese amor que siempre me has dado

Gracias por enseñarme que lo más importante en la vida es amar

Te amo papá.

miércoles, 2 de septiembre de 2009

Der himmel über Berlin















Existen espacios urbanos que te sorprenden
ciudades que son capaces de liberar cargas emocionales,


R E N O V A C I O N
ser nueva en un nuevo espacio
volver a ser la desconocida
inaugurar tras cada paso el territorio, como si se tratara de una conquista
inundar la memoria con nuevas formas
vivir como si fuese otra, la de antes, la de siempre, la que estuvo en silencio

RE CREARME
volver a creer en la que he sido y que sigo siendo
ser una igual
no la extranjera
no la demasiado joven
ni la demasiado vieja
sentir que he encontrado mi espacio en el planeta

viernes, 30 de enero de 2009

Virgine Despentes

Hay días en que te despiertas y descubres un tesoro en medio de un pozo fecal.
Días en que todo parece monotono y manoseado, redicho y reutilizado y hay días, en que te das cuenta que hay una mujer que alza la voz con tus palabras, que no estamos solas, que realmente hay una universalización más allá del género, que tiene que ver con un segmento de él. Sí, todas somos únicas, pero todas pertenecemos a un estereotipo...es inevitable. HUbiese querido asegurar que no es asi, que todos los esfuerzos por no ser como se supone que debemos ser, han sido descartados de nuestros genes, pero no es verdad.
Qusiera mostrar a la mujer única, a la igual, la que no sufre, la que vuela, crea y vive sin sombras ni parametros, pero no la he encontrado. A cambio, he descubierto hace un tiempo "la Teoría King KOng" y cada vez que leo esta introducción pienso en las mujeres que conozco , quienes probablemente sentirían algo similar a lo que yo experimento cuando la leo. Es como encontrar a la puta que venerar.
Se acabó el tiempo de las vírgenes, y la mayoría de nosotras no salimos en catalogos de ropa interior ( no tengo nada en contra de las modelos, simplemente no pertenezco a ese segmento), Virgine llegó a representar a las deslenguadas, las complicadas, a nosotras que no somos ni virgenes, ni putas, ni amas, ni esclavas, o que somos un poco d etodo eso a la vez...DEspentes ya había escrito antes un libro estremecedor llamado "Fóllame" que removió a los conservadores de la literatura francesa, luego dirigío una película con elmismo nombre, pero debo confesar que no es lo mismo ese cine vomitivo, que la literatura descarnizada que deja caer entre las páginas de sus libros... Aqui les dejo l ainvitación y algún extracto de su Teoría... a nuestra salud amigas!!!!

Escribo desde la fealdad, y para las feas, las viejas, las camioneras,
las frígidas, las mal folladas, las infollables, las histéricas,
las taradas, todas las excluidas del gran mercado de la buena
chica. Y empiezo por aquí para que las cosas queden claras: no
me disculpo de nada, ni vengo a quejarme. No cambiaría mi
lugar por ningún otro, porque ser Virginie Despentes me parece
un asunto más interesante que ningún otro.
Me parece formidable que haya también mujeres a las que les
guste seducir, que sepan seducir, y otras que sepan casarse,
que haya mujeres que huelan a sexo y otras a la merienda de
los niños que salen del colegio. Formidable que las haya muy
dulces, otras contentas en su feminidad, que las haya jóvenes,
muy guapas, otras coquetas y radiantes. Francamente, me
alegro por todas a las que les convienen las cosas tal y como
son. Lo digo sin la menor ironía...
Seguramente yo no escribiría lo que escribo si
fuera guapa, tan guapa como para cambiar la actitud de todos
los hombres con los que me cruzo. Yo hablo como proletaria
de la feminidad: desde aquí hablé hasta ahora y desde aquí
vuelvo a empezar hoy...
Aunque nunca se habla de nosotras en las novelas de hombres,
que sólo imaginan mujeres con las que querrían acostarse.
Siempre hemos existido, pero nunca hemos hablado...
Yo, como
chica, soy más bien King Kong que Kate Moss...
Todo lo que me
gusta de mi vida, todo lo que me ha salvado, lo debo a mi virilidad.
Así que escribo aquí como mujer incapaz de llamar la
atención masculina, de satisfacer el deseo masculino y de contentarme
con un lugar en la sombra. Escribo desde aquí,
como mujer poco seductora pero ambiciosa, atraída por el dinero
que gano yo misma, atraída por el poder de hacer y de
rechazar, atraída por la ciudad más que por el interior, siempre
excitada por las experiencias e incapaz de contentarme
con la narración que otros me harán de ellas. No me interesa
ponérsela dura a hombres que no me hacen soñar. Nunca me
ha parecido evidente que las chicas seductoras se lo pasen tan
bien. Siempre me he sentido fea, pero tanto mejor porque
esto me ha servido para librarme de una vida de mierda junto
a tíos amables que nunca me habrían llevado más allá de la
puerta de mi casa. Me alegro de lo que soy, de cómo soy, más
deseante que deseable. Escribo desde aquí, desde las invendibles,
las torcidas, las que llevan la cabeza rapada, las que no
saben vestirse, las que tienen miedo de oler mal, las que tienen
los dientes podridos, las que no saben cómo montárselo,
ésas a las que los hombres no les hacen regalos, ésas que follarían
con cualquiera que quisiera hacérselo con ellas, las más
zorras, las putitas, las mujeres que siempre tienen el coño
seco, las que tienen tripa, las que querrían ser hombres, las
que se creen hombres, las que sueñan con ser actrices porno,
a las que les dan igual los hombres pero a las que sus amigas
interesan, las que tienen el culo gordo, las que tienen vello
duro y negro que no se depilan, las mujeres brutales, ruidosas,
las que lo rompen todo cuando pasan, a las que no les
gustan las perfumerías, las que llevan los labios demasiado rojos,
las que están demasiado mal hechas como para poder vestirse
como perritas calentonas pero que se mueren de ganas,
las que quieren vestirse como hombres y llevar barba por la
calle, las que quieren enseñarlo todo, las que son púdicas porque
están acomplejadas, las que no saben decir que no, a las
que se encierra para poder domesticarlas, las que dan miedo,
las que dan pena, las que no dan ganas, las que tienen la piel
flácida, la cara llena de arrugas, las que sueñan con hacerse un
lifting, una liposucción, con cambiar de nariz pero que no
tienen dinero para hacerlo, las que están desgastadas, las que
no tienen a nadie que las proteja excepto ellas mismas, las
que no saben proteger, esas a las que sus hijos les dan igual,
esas a las que les gusta beber en los bares hasta caerse al suelo,
las que no saben guardar las apariencias; pero también escribo
para los hombres que no tienen ganas de proteger, para los
que querrían hacerlo pero no saben cómo, los que no saben
pelearse, los que lloran con facilidad, los que no son ambiciosos,
ni competitivos, los que no la tienen grande, ni son agresivos,
los que tienen miedo, los que son tímidos, vulnerables,
los que prefieren ocuparse de la casa que ir a trabajar, los que
son delicados, calvos, demasiado pobres como para gustar, los
que tienen ganas de que les den por el culo, los que no quieren
que nadie cuente con ellos, los que tienen miedo por la
noche cuando están solos...
“Porque el ideal de la mujer blanca, seductora pero no puta, bien casada pero no a la sombra, que trabaja pero sin demasiado éxito para no aplastar a su hombre, delgada pero no obsesionada con la alimentación, que parece indefinidamente joven pero sin dejarse desfigurar por la cirugía estética, (…) esta mujer blanca feliz que nos ponen delante de los ojos, ésa a la que deberíamos hacer el esfuerzo de parecernos, a parte del hecho de que parece romperse la crisma por poca cosa, nunca me la he encontrado en ninguna parte. Es posible incluso, que no exista.”