miércoles, 3 de diciembre de 2008

malditas palabras, maldito silencio, maldito el olvido

Tengo una dualidad
siento necesidad de decirte un cumulo insospechado de cosas
o sospechoso de delirios
y, al mismo tiempo, siento unas ganas infinitas de silencio
de no decir
de guardarme un rato
como siempre
de quedarme dentro del cuerpo
enrollarme como quien enrolla una cinta de seda al dedo y lo apreta hasta que se enrojece
es como si pudiera desde el silencio
ahorcar el sonido de los latidos
capturar la esencia de las palabras malditas
y ahorcarlas
estrujarlas
hasta volverlas un fluído silencioso
que sólo recae en mi
que sólo yo comprendo
y a mi me importa
y yo manejo
y yo olvido